Es una tradición manchega muy arraigada en los pueblos de La Mancha. El origen de esta fiesta es muy antiguo, y recoge ritos íberos y romanos. El mes de mayo es el mes del triunfo de la primavera y en el que se exalta la fertilidad. A estos ritos antiguos se une la celebración católica de la fiesta de la Invención de la Cruz, que conmemora el hallazgo de la Cruz de Cristo por Santa Elena en Jerusalén, el 3 de mayo. En Malagón se adornan vistosas cruces, engalanadas con flores y plantas aromáticas unas y con valiosas telas y colchas otras. Durante este mes es muy tradicional el canto de mayos, que son composiciones populares que alaban a la Cruz, al Misterio de la Crucifixión, a la Virgen María, etc., en su vertiente religiosa y a la belleza de las mujeres y al esplendor de la primavera en su vertiente pagana.